El cuento de Pilocha nos gustó tanto que decidimos que debería tener un espacio en el colegio, así que nos pusimos manos a la obra, junto con nuestros compañeros de la clase de 3 años B, e hicimos un precioso mural para el pasillo.
Fue muy divertido salir a trabajar fuera de clase, algunos estaban un poco sorprendidos...
El resultado fue éste, a nosotros nos encanta y así podemos ver a nuestra nueva amiga todos los días:
Pero claro, nos hemos hecho tan amigos de Pilocha, que nos apetecía tener una casa así que... aprovechando esos cilindros que las mamás y los papás nos trajeron...
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